Efectos secundarios del implante de pelo
En nuestros días, el tratamiento definitivo contra la alopecia es el injerto capilar: Aunque también existen otros métodos con los que se puede retardar o frenar la caída, y también disimular sus efectos.
Sin embargo, con ninguna otra técnica es posible recuperar para siempre el cabello de donde se había caído.
Además, se trata de una intervención que es ambulatoria por lo que no requiere hospitalización y es bastante segura, lo que resulta poco invasiva para el cuerpo.
Sin embargo, como toda operación, representa ciertos riesgos. Para disipar los miedos, veamos cuáles son los riesgos
Efectos secundarios de un trasplante capilar
La técnica más avanzada de injerto capilar es conocida como FUE debido a sus siglas en inglés de Follicular Unit Extraction, y es llevada a cabo tras la aplicación de anestesia local.
Por medio de la práctica de microincisiones en el cuero cabelludo, las mismas permiten la extracción de los folículos uno a uno de la zona donante, para ser implantarlos luego en la zona receptora.
De manera que, esta es una intervención con cierto grado de impacto. No obstante, existe la posibilidad de que se lleguen a producir ciertos efectos o molestias secundarias, sobre todo después de la operación.
Riesgo de infección:
Si la operación no es llevada a cabo con las medidas necesarias de higiene y desinfección, o luego no son aplicados los cuidados adecuados, posiblemente las heridas se infecten.
Pero si dicho procedimiento es realizado en un entorno seguro y bajo las recomendaciones postoperatorias.
Sobre todo en lo que se refiere al lavado de las zonas afectadas y se toman antibióticos, el riesgo resulta mínimo.
Edema o inflamación:
Mientras dura la operación es aplicado suero y anestesia al cuero cabelludo y este es reabsorbido por el cuerpo después.
Habitualmente se aplica una banda de compresión alrededor de la frente con el objetivo de que el líquido no baje hacia la cara.
Del mismo modo, es recomendable que el paciente duerma con la cabeza reclinada hacia arriba durante los primeros días y tomar antiinflamatorios, con lo que es poco probable que llegue a suceder.
En todo caso, si se produce, esto se trata de un efecto temporal que llega a desaparecer de forma natural en unos pocos días.
Formación de costras:
Esta se trata de una molestia de orden secundario pero que no se puede ser evitada ya que es parte del proceso de cicatrización de los folículos que se han implantado, y ante ello el cuero cabelludo produce costras que llegan a provocar cierto picor o escozor.
Ante ello, resulta esencial no rascarse ni rozar dichas costras, debido a que podrían desprenderse los folículos que aún no han terminado de arraigar.
Tan solo hay que dejar transcurrir al menos 10 días aproximadamente y estas habrán desaparecido como un recuerdo molesto.
Desprendimiento de folículos:
Otro potencial riesgo y quizás se trate del más temido, recae en que algunos de los folículos que fueron implantados no lleguen a arraigar y se desprendan.
Pero si la inserción se ha realizado de la forma correcta y se siguen las recomendaciones durante el proceso de cicatrización, esto no debería suceder.
