Efectos secundarios del uso de Carillas

Como sucede con cualquier tratamiento de reconstrucción dental, la colocación de las carillas de porcelana no se encuentran exentas de algún riesgo debido a que las cosas podrían salir como no las esperamos de vez en cuando.

Lo importante siempre será comprender las limitaciones, los efectos secundarios y los posibles problemas que pudiesen surgir ante cualquier tratamiento que hayamos considerado, así como los gastos que ello conlleve al momento de corregirlo.

El uso de carillas es un tratamiento irreversible

Entre las desventajas que nos ofrece la colocación de carillas, es que estas no son removibles, debido a que se ponen con la intención de que estas nunca se caigan.

Si bien es cierto que en su mayoría las personas que deciden tener carillas dentales se encuentran en la búsqueda de una solución permanente para sus problemas estéticos.

Pero no hay que dejarse engañar debido a que se pueden dañar, manchar o caer de diferentes formas haciéndonos retornar al punto de partida, siendo este uno de los principales inconvenientes que se presentan con el uso de las carillas dentales.

Una vez que tengamos las carillas de porcelana, siempre las vamos a necesitar.

Principales problemas por el uso de carillas

Colocación destructiva: En la mayoría de los casos, y quizás en un grado mayor o menor, se debe eliminar parte del esmalte con la finalidad de brindarle espacio a la carilla en la superficie frontal de los dientes.

Agrietamiento: Cuando se tiende a consumir alimentos calientes y fríos, bien sea comidas o bebidas, los dientes se llegan a expandir y a contraer ligeramente, tales cambios térmicos que ocurren durante muchos años de manera potencial podrían llegar a causar la rotura de la carilla.

Si el espesor de cemento resulta mayor que la propia chapa, entonces la contracción de la polimerización en oportunidades puede causar el agrietamiento de la fina porcelana.

Las grietas y fracturas: Esta es una situación que se presenta con más probabilidad si tenemos una mordedura desfavorable (de extremo a extremo), rechinas los dientes, o si presentamos bruxismo, en estos casos resulta crucial el uso de una férula con el objetivo de proteger las carillas.

Otras rupturas podrían producirse cuando se mastican alimentos duros como pepitas de aceitunas, semillas o frutos secos por lo que se tendrá que ser muy consciente de lo que se come.

Las manchas: Siendo las carillas de porcelana mucho más resistentes que los dientes, las manchas todavía pueden resultar un gran problema. La mayoría de las personas continúan satisfechas con la estética de sus dientes (entre un 80-100% de los casos) de acuerdo a un estudio que se ha llevado a cabo durante más de 10 años.

El 92 % de las carillas se consideran aceptables a los 5 años y 64 % a los 10 años.

Si bien los riesgos son menores, lo anterior nos muestra a grandes rasgos que la colocación de mascarillas no se trata de una solución perpetua y que además, hay que tener muchos cuidados para que se mantengan en buen estado ellas y nuestros dientes.

Autor • Douglenis